Haber organizado un buen sistema de gestión de la salud y la seguridad no debe llevarte a bajar la guardia. Tendrás que seguir trabajando para alcanzar la mejora continua y asegurarte de que el sistema sea capaz de mantenerse activo con el paso del tiempo.
Analiza los accidentes, y también los conatos de accidente
Cada vez se produce un accidente o un daño significa que tu sistema de gestión ha fracasado. No dejes que un accidente o daño ocurran sin investigar sus causas y sin haber identificado acciones correctivas que prevengan la repetición de lo ocurrido. Aprende de tus errores y sigue trabajando para la mejora continua.
Gestiona los incumplimientos y define acciones correctivas
Realiza inspecciones y evaluaciones periódicas que te permitan identificar eventuales desviaciones de los requisitos legales o los procedimientos internos. Esto te permitirá intervenir a tiempo y definir acciones preventivas y correctivas.
Evalúa tus esfuerzos para mantener activo el sistema
Mide y controla regularmente la marcha de las prestaciones de tu sistema y el logro de los objetivos fijados.
Analiza los accidentes, y también los conatos de accidente
En caso de que se produzca un accidente o un daño, o se observe una situación de peligro potencial que podría generarlo, será tu obligación investigar sobre las causas y tomar medidas para evitar que situaciones similares puedan repetirse en el futuro.
No caigas en la tentación de atribuir siempre las causas al comportamiento de los trabajadores: la mayor parte de los accidentes no ocurren por una negligencia suya sino por deficiencias en el sistema de gestión.
No lleves a cabo nunca la investigación tú solo, sírvete de la colaboración del responsable del servicio de prevención y protección (RSPP), de los encargados y de todas las personas implicadas.
Pregúntate:
- ¿qué acciones habrían podido evitar que se verificara el suceso?
- ¿cuáles son realmente aplicables?
- ¿cuáles deben ser implantadas inmediatamente?
- ¿cuáles pueden ser programadas a largo plazo?
- ¿quién es el responsable de su implantación?
- ¿tienes ya los recursos necesarios?
Prepara un plan de acción con las medidas correctoras identificadas, indicando para cada una un responsable y la fecha en la cual la actividad deberá quedar concluida.
Al término de tu investigación, elabora un informe de accidente incluyendo eventuales observaciones, planos, mediciones, fotografías, declaraciones firmadas por el accidentado y por posibles testigos.
Verifica personalmente si las medidas señaladas han sido implantadas correctamente y evalúa su efectividad, implicando a los trabajadores.
Gestiona los incumplimientos y define acciones correctivas
Es importante establecer un proceso para el control de los incumplimientos, es decir, las desviaciones de los requisitos legales, de los procedimientos de trabajo o de los objetivos previstos por tu sistema de gestión.
Tendrás que organizar un sistema de control que te permita:
- organizar con regularidad inspecciones y controles para identificar los incumplimientos.
- examinar en detalle cada desviación y determinar sus causas;
- identificar acciones para evitar que se repitan;
- evaluar la efectividad de las acciones emprendidas.
Tendrás que distinguir entre:
- acciones preventivas destinadas a eliminar la causa de un potencial incumplimiento u otras situaciones potencialmente no deseables;
- acciones correctivas puestas en práctica para prevenir la repetición de un punto crítico ya detectado.
Pon atención en la elección de acciones: a menudo la implantación de una nueva acción puede reducir un riesgo pero generar otros.
Deberás examinar muy de cerca, pues, las acciones propuestas mediante un proceso de evaluación de riesgos que te permita tener una visión clara de las implicaciones.
Elabora y conserva un informe de incumplimiento para cualquier desviación identificada.
Evalúa tus esfuerzos para mantener activo el sistema de seguridad
Tendrás que medir y controlar periódicamente la marcha de las prestaciones de tu sistema de gestión de la salud y la seguridad, y el logro de los objetivos que se había marcado.
Para hacer esto tendrás que organizar controles que los estándares internacionales definen como «auditorías internas», es decir, autoevaluaciones que te permitirán medir de manera autónoma y objetiva los resultados alcanzados.
Cada año, organiza una reunión con todas las funciones de tu empresa implicadas en la prevención de riesgos laborales, para planificar juntos las jornadas en las que efectuar las evaluaciones.
En la programación debes tener en cuenta:
- eventuales prescripciones legales;
- resultados de las anteriores evaluaciones;
- posibles modificaciones organizativas o de proceso.
Asigna a cada figura la tarea de comprobar la marcha de un proceso, de un procedimiento, de un objetivo previamente decidido, de una acción anteriormente verificada.
Pídele a cada uno:
- recoger evidencias objetivas (documentos, certificados, actas, fotografías);
- entrevistar a los trabajadores y recoger sus pareceres;
- emitir juicios sobre los procedimientos;
- expresar recomendaciones sobre aspectos que podrían ser mejorados.
Esto te permitirá tener un cuadro realista de la marcha de los procesos, y tomar el pulso a tu sistema de gestión.