Las políticas de remuneración incluyen todas las decisiones y medios que el empresario decide adoptar para remunerar el trabajo de sus empleados y colaboradores.
Una mejor política de remuneración puede motivar al personal aumentando su productividad.
Para lograrlo, puedes decidir recompensar a tus empleados por sus prestaciones y resultados.
Por lo tanto, para implementar esta estrategia, debe distinguir el pago en dos partes:
- una parte fija (salario básico, contingencia, incrementos de antigüedad);
- una parte variable, vinculada a la consecución de los objetivos marcados.
Actuando solo en la parte variable, podrías decidir otorgar a los trabajadores más merecedores premios en efectivo o beneficios como automóvil de empresa, teléfono móvil, viajes premium, paquetes de seguros, contribuciones de salud, apoyo escolar, compras subsidiadas.
Además de los tradicionales sistemas de pago basados en bonificaciones y recompensas, podrías pensar en proponer a tus empleados el reparto de parte de las ganancias de la empresa para crear un vínculo intenso y directo entre ellos y el éxito de tu negocio.
Como empresario, también podrías aprovechar algunos beneficios fiscales, que consisten en la desgravación de primas y partidas del salario vinculadas a la productividad. Estas concesiones suelen calcularse sobre primas, horas extraordinarias y horas de trabajo nocturno y sobre otras partidas variables del sueldo relacionadas con el aumento de la productividad de la empresa.
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