Todas las empresas deben cumplir con una serie de obligaciones de protección del medioambiente. Para proyectos más complejos (por ejemplo, la construcción de infraestructuras o grandes plantas industriales) se prevén evaluaciones medio ambientales complejas, mientras que las pequeñas y medianas empresas generalmente están sujetas a simples autorizaciones.
Las evaluaciones ambientales dan una amplia discreción a las administraciones competentes: la emisión de la autorización de una obra no está ligada al mero cumplimiento de todas las normas ambientales, sino que también implica la evaluación de costos y beneficios no solo desde el punto de vista económico, sino también ambiental, social y cultural.
Para obtener más información, consulte la página dedicada a las evaluaciones ambientales.
Por otro lado, las obligaciones medioambientales de las PYMES conciernen a un público más amplio: producción y transporte de residuos, autorizaciones de descarga, emisiones atmosféricas, impacto acústico. Obligaciones que, a diferencia de las evaluaciones medioambientales, no son discrecionales: basta para garantizar el cumplimiento de los parámetros legales para la obtención de autorizaciones. Estas obligaciones están unificados en gran medida en la Autorización Ambiental Única (A.U.A.), que tiene una validez de 15 años. Entre las principales autorizaciones en la A.U.A. encontramos:
• autorización de vertidos de agua;
• autorización de emisiones atmosféricas;
• impacto acústico;
• autorización para el tratamiento de residuos con procedimientos simplificados;
• uso agronómico de aguas residuales agrícolas y agua de vegetación de las almazaras;
• uso de lodos en agricultura.
También se prevén requisitos adicionales para la rehabilitación de sitios contaminados y la producción de residuos.
Defensa del suelo y saneamiento de sitios contaminados
La liberación de sustancias nocivas puede contaminar el suelo, el subsuelo y las aguas superficiales y subterráneas. La contaminación puede deberse a un solo evento, por ejemplo un accidente con liberación de sustancias peligrosas, o continua en el tiempo por la concentración en la misma zona de actividades particularmente contaminantes o que adoptan prácticas insuficientes para el fin de proteger el medio ambiente. Cuando hay contaminación del suelo o subsuelo (y de las aguas conectadas) hablamos de contaminación. Cuando ocurre un evento que potencialmente puede contaminar el sitio, el responsable de la contaminación implementa las medidas preventivas necesarias dentro de las 24 horas, por cuenta propia, y comunica el hecho a la Municipalidad, Provincia, Región y Prefecto. El momento de las intervenciones de prevención y la comunicación a las autoridades competentes es de fundamental importancia.
La producción de residuos
En cuanto a los residuos, sin embargo, la legislación define como residuo cualquier objeto o sustancia que el poseedor desecha, porque ha decidido desechar o está obligado a hacerlo. Algunas empresas tienen la obligación de la llamada "contabilidad ambiental", que consiste en:
• llevar el registro de carga y descarga de residuos (que debe ser visado por la Cámara de Comercio competente antes de su uso);
• Conservación de los formularios de identificación de residuos (documento de transporte de residuos, también visado por la Cámara de Comercio o la Agencia Tributaria);
• Declaración anual MUD con vencimiento el 30 de abril, que resume el manejo de residuos realizado en el año anterior.
El transporte de residuos por empresas está sujeto a la obligación de inscripción en el Registro Nacional de Gestores Ambientales.
Para profundizar, consulta: obligaciones medioambientales, el caso de una pyme.