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El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA - Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) define la Economía Verde como un "aumento del bienestar humano y de la equidad social" que se obtiene al mismo tiempo que "una reducción significativa de los riesgos medioambientales y la escasez ecológica ". Dentro de él, el programa también ha identificado los sectores en los que invertir para construir y estimular la Economía Verde, entre los que encontramos:
- construcción;
- industria;
- agricultura;
- fuentes de energia;
- pesca;
- bosques;
- turismo;
- transporte;
- gestión de residuos;
- agua.
La Economía Verde es un tipo de economía perfectamente en sintonía con los principios del desarrollo sostenible, es decir, ambiental, social y económicamente sostenible.
Empresas que realizan inversiones que conducen a:
- una reducción de las emisiones de CO2 y la contaminación;
- un aumento de la eficiencia en el uso de todos los recursos;
- proteger la biodiversidad.
ciertamente van en esta dirección.
La empresa puede volverse "más verde", por consecuencia:
- desarrollando tecnologías verdes;
- diseñando y produciendo productos ecológicos;
- adoptando una gestión verde;
En cuanto a los dos primeros puntos, los Estados miembros de la UE han formalizado sus iniciativas nacionales para la implementación de estrategias y planes de acción sobre tecnologías ambientales. (estrategia nacional).
Las tecnologías que emiten sustancias menos contaminantes y que alteran el clima, que apuntan a la eficiencia energética y quizás utilizan energías renovables, son las tecnologías verdes. Un producto que utiliza menos materias primas, menos envases, que es reciclable, energéticamente eficiente, que no altera el clima, se considera un producto verde.
En un producto verde hay por tanto atención en diferentes fases:
- elección de materias primas: materias primas renovables, recicladas y disponibles localmente;
- diseño: los criterios de eco-diseño ayudan a construir el producto de tal manera que contamine lo menos posible;
- proceso de producción: una organización gestionada correctamente desde un punto de vista medioambiental, tiene un proceso de producción menos impactante que el estándar.
En cuanto al tercer punto, la gestión de empresas verdes es una gestión que adopta instrumentos como:
- sistemas de gestión medioambiental;
- responsabilidad social de la empresa;
- los sistemas de gestión de la seguridad y la salud de los trabajadores a menudo integrados con los SGA.
Si quieres avanzar hacia este tipo de gestión, debes prestar atención a la sostenibilidad de las elecciones, por ejemplo, nunca utilizar tratamientos de alto impacto y evaluar el consumo energético de la empresa.
Si lo deseas, puedes tener una imagen del perfil ambiental de tus procesos o productos utilizando un instrumento disponible en línea llamada "EUpeco-profiler". La sensibilidad actual del cliente público o privado, lleva a poner en valor aspectos de sostenibilidad medioambiental pero también sociales y éticos. Al elegir las materias primas, una empresa debería evitar la adquisición de material obtenido trabajando en condiciones de explotación o de forma ilegal.