El sector agroalimentario italiano corre el riesgo de pagar el efecto en el mercado del conflicto en Ucrania. Así lo confirma un análisis de Ismea, el Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario. Según el estudio, Italia es especialmente vulnerable por el alto grado de dependencia del exterior para el abastecimiento de trigo y maíz y por ser uno de los principales proveedores de productos agroalimentarios de Moscú, en primer lugar de vinos y espumosos. Los datos analizados por Ismea muestran que el trigo blando, el trigo duro y el maíz han alcanzado precios nunca antes tocados, mientras que el mercado de futuros en la bolsa de valores de Chicago muestra una volatilidad muy fuerte.
En cuanto al intercambio entre Italia y Ucrania, nuestro país es el segundo proveedor de productos agroalimentarios de Kiev y el décimo entre los países clientes. Exportamos productos de alto valor añadido como vino, café, pastas y tabaco masticable e rapé y compramos aceites crudos de girasol, maíz y trigo blando. Italia es también el séptimo proveedor de Moscú, del que es el 33º comprador. También en este caso exportamos principalmente vinos, espumantes, café y pastas.