En 10 años, Italia ha perdido una quinta parte de las empresas dirigidas por jóvenes. Las 137.000 empresas menos de menores de 35 años registradas a finales de 2021 son un 20% menos que en 2012 y representan el 8,9% del tejido productivo nacional. En cambio, a finales de 2012 eran el 11,1%. Esta reducción es más consistente en algunas regiones (Marche, Abruzzo y Toscana), donde ronda el 30%, pero se extiende con variaciones de dos dígitos por todo el País, con la excepción de Trentino Alto Adige, donde las empresas jóvenes crecieron en cambio por un 6,5%.
Los datos fueron ilustrados hace unos días por el secretario general de Unioncamere, Giuseppe Tripoli, en la conferencia "El futuro del trabajo", organizada en el marco del Meeting de Rimini.
Según Unioncamere-Infocamere, estos datos son el resultado, por un lado, del elevado número de jóvenes italianos que abandonan el país para buscar trabajo y fortuna en el extranjero (90.000 en 2019 - datos del Istat-), y por otro, del hecho de que el emprendimiento juvenil se ve desincentivado por las dificultades administrativas que conlleva la puesta en marcha de un negocio.
La esperanza son las empresas innovadoras de nueva creación: de las casi 14 mil nuevas empresas innovadoras, el 15,7% fueron creadas por jóvenes, con una incidencia que es casi 7 puntos porcentuales superior a la del componente juvenil sobre el total de empresas. En particular, los menores de 35 años parecen haberse centrado en los últimos años en determinados sectores del conocimiento, como los servicios a las empresas, los estudios de diseño, la publicidad, la investigación y el desarrollo y la educación.