El órgano de dirección para los controles agroalimentarios, reunido hace unos días en el Ministerio de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques, aprobó el Plan Operativo de controles en el sector agroalimentario para 2024, con el objetivo de reforzar y garantizar una mayor transparencia de las actividades de inspección para proteger a los productores de prácticas desleales y garantizar a los ciudadanos unos elevados niveles de calidad y salubridad de los alimentos que llegan a sus mesas.
En la reunión también se aprobó el "Vademécum para los controles de las empresas del sector agroalimentario". Un documento que indica las modalidades de las acciones de monitoreo de la interinstitucional del órgano de dirección.
El año pasado se llevaron a cabo más de 191.000 controles en el sector agroalimentario, además de supervisar el desembolso de fondos de la UE, lo que permitió descubrir aproximadamente 98 millones de euros de ayudas indebidamente percibidas, de un total de algo menos de 190 millones de euros.
Con el nuevo Plan Operativo, el órgano de dirección pretende reforzar las acciones e indicar, para cada sector, las actividades de inspección que tendrán lugar en el año en curso.
El objetivo es evitar la duplicación innecesaria de los controles y proteger a los productores honestos, aislando a los pocos que practican la competencia desleal, incluso explotando y utilizando productos procedentes de países que no respetan nuestras normas y, en consecuencia, no pueden garantizar la salud de los ciudadanos.
El documento también especifica acciones de control para las cadenas de suministro clandestinas, la comercialización de cangrejo azul y las importaciones desleales, para garantizar una mayor protección frente a las indicaciones de origen y denominación engañosas.
Las inspecciones se centrarán en la trazabilidad y localización de los productos y en la indicación del origen de las materias primas y los productos acabados, ya que son elementos de alto riesgo de irregularidades en casi todos los sectores.
Los controles se centrarán en particular en el etiquetado; la lucha contra las prácticas comerciales denominadas "desleales"; y la lucha contra los delitos fraudulentos en el ámbito de los desembolsos de fondos de la UE.
Los sectores afectados son los del vino, el aceite de oliva, los productos lácteos, las frutas y hortalizas, los cereales y derivados, la hípica, la carne y los piensos, y la lucha contra el fraude en el ámbito de los concesión de fondos de la UE.
Los sectores afectados son los del vino, el aceite de oliva, los productos lácteos, las frutas y hortalizas, los cereales y derivados, la hípica, la carne y los piensos, así como la lucha contra el fraude al presupuesto comunitario.
Por último, se dará un mayor impulso al monitoreo del comercio electrónico, habida cuenta del incremento que este método de venta está registrando también en el sector agroalimentario.