Cerdeña es la única región en Italia y una de las pocas en Europa que no tiene gas natural. La ausencia de metano representa para la isla una desventaja infraestructural que puede cifrarse en 500 millones de euros al año para los costos de familias y empresas. La Región está considerando una serie de estrategias y lleva adelante un proyecto para llevar gas natural a Cerdeña: desde la red norte-sur a la realización de depósitos costeros, hasta la finalización de las cuencas, la realización de ellos causa grandes efectos sobre el empleo.
El palacio de la Región, en Viale Trento, ha acogido recientemente un dialogo entre el presidente regional, Francesco Pigliaru, la Consejera de Industria, Maria Grazia Piras, y los sindicatos y confederaciones de CGIL, CISL, UIL y UGL. Tal como surgió de la reunión convocada para hacer balance de la situación, "la transición a gas natural en la isla, es importante tratar de reducir las emisiones en un 50% para el año 2030". Pero según la Región región, podría también "garantizar el ahorro en las facturas de Cerdeña y las empresas, así como aportar beneficios en términos de seguridad y estabilidad del sistema energético de la isla." Mientras tanto, es la tranquilidad del gobierno de la isla "la administración regional está poniendo en el campo del desarrollo políticas de eficiencia energética, de la movilidad eléctrica, red inteligente y producción y almacenamiento de energía renovable".