La UE acelera la transición verde y digital

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Transizione verde

La Comisión Europea establece las líneas de interacción entre los programas de transición verde y digital para maximizar los resultados y optimizar los plazos. Las líneas de actuación se recogen en el Informe de previsión estratégica 2022 "Combinar las transiciones verde y digital en un nuevo contexto geopolítico", aprobado por la Comisión hace unos días, con el objetivo de acelerar ambas transiciones identificando diez ámbitos de intervención para alcanzar los objetivos de 2050.

El informe tiene en cuenta el papel de las tecnologías nuevas y emergentes y los principales factores geopolíticos, sociales, económicos y normativos que afectan a su acoplamiento, es decir, a su capacidad de reforzarse mutuamente.

La energía, el transporte, la industria, la construcción y la agricultura (los cinco mayores emisores de gases de efecto invernadero en la UE) son clave para acoplar eficazmente la transición verde y digital. Las tecnologías desempeñarán un papel fundamental en la reducción de la huella de carbono de estos sectores. De hecho, mientras que hasta 2030 la mayor parte de las reducciones de emisiones de CO2 provendrán de las tecnologías disponibles en la actualidad, a partir de entonces serán las nuevas tecnologías actualmente en fase experimental, de demostración o de prototipo las que permitirán alcanzar la neutralidad climática y la circularidad en 2050.

 

El informe identifica las áreas que requieren una respuesta estratégica para maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos potenciales del acoplamiento:

 

  1. Reforzar la resistencia y abrir la autonomía política en sectores clave para la doble transición, por ejemplo, a través del trabajo del Observatorio de Tecnologías Críticas de la UE o de la Política Agrícola Común para garantizar la seguridad alimentaria;
  2. intensificar la diplomacia verde y digital, aprovechando el poder regulador y de normalización de la UE y promoviendo al mismo tiempo los valores y las asociaciones de la UE;
  3. gestionar estratégicamente el abastecimiento de materias primas y materiales críticos, adoptando un enfoque sistémico a largo plazo para evitar una nueva trampa de dependencia;
  4. consolidar la cohesión económica y social, por ejemplo, reforzando la protección social y el estado social, con lo que las estrategias de desarrollo regional y la inversión también desempeñan un papel importante;
  5. adaptar los sistemas de educación y formación a una realidad tecnológica y socioeconómica en rápida evolución y apoyar la movilidad laboral en todos los sectores;
  6. movilizar más inversiones adecuadas a las necesidades futuras en nuevas tecnologías e infraestructuras -en particular en investigación e innovación y en las sinergias entre el capital humano y la tecnología- con proyectos transnacionales fundamentales para poner en común los recursos de la UE, nacionales y privados;
  7. desarrollar marcos de seguimiento para medir el bienestar teniendo en cuenta elementos distintos del PIB y evaluar las oportunidades que ofrece la digitalización, pero también su huella global de carbono, energía y medio ambiente;
  8. Garantizar un marco normativo para el mercado único preparado para el futuro que fomente modelos empresariales y de consumo sostenibles, por ejemplo, reduciendo continuamente las cargas administrativas, actualizando los instrumentos de la política de ayudas estatales o aplicando la inteligencia artificial a la elaboración de políticas y la participación ciudadana;
  9. reforzar el enfoque global de la normalización y aprovechar el liderazgo de la UE en materia de sostenibilidad competitiva, con el principio de "reducir, reparar, reutilizar y reciclar" como eje central
  10. promover un marco sólido para la ciberseguridad y el intercambio seguro de datos a fin de garantizar, entre otras cosas, que los agentes críticos puedan anticiparse a las perturbaciones, resistirlas y superarlas, reforzando en última instancia la confianza en las tecnologías de doble transición.
01/08/2022