El sector agroalimentario está siendo especialmente supervisado por la UE en la época del coronavirus. Por ahora con una certeza: el sector «está dando prueba de resiliencia y continúa brindando a los ciudadanos europeos alimentos seguros y de alta calidad». La Comisión Europea asegura que continúa vigilando todos los mercados agrícolas y el comercio de productos alimenticios, a través del instrumento llamado "Observatorio del Mercado de la UE", que monitorea constantemente la evolución de algunas producciones: leche, carne, azúcar, cultivos genéricos, vino, frutas y verduras.
Sin embargo, los agricultores y productores se enfrentan a dificultades y crecientes demandas. Una de las prioridades de la Comisión sigue siendo garantizar la seguridad alimentaria y una cadena de suministro de alimentos eficaz en todo el continente. En los últimos días, se celebró una videoconferencia entre todos los ministros de agricultura de la UE. Durante la reunión, el Comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, explicó: «Nos enfrentamos a una crisis sin precedentes y estoy más que nunca agradecido a nuestros agricultores y productores que continúan trabajando arduamente, a pesar de las crecientes peticiones y las dificultades cada vez más fuertes. En el período crítico que atravesamos, nuestra cadena de suministro de alimentos ha demostrado ser resiliente» ".
No fué el primer acto oficial para afrontar la crisis del COVID-19 desde el punto de vista del sector agroalimentario. Se han tomado algunas medidas en las últimas semanas, como prorrogar el plazo para las solicitudes del pago de la PAC (pospuesto al 15 de junio de 2020), la potenciación de la ayuda estatal y la garantía de un flujo regular de alimentos en toda la UE.
Entre los actos más significativos se encuentra el aumento del límite máximo para la ayuda de minimis, que alcanza a 20 mil euros (25 mil en algunos casos específicos), con la consecuencia de que el total de la ayuda nacional que puede otorgarse por empresa puede llegar a 120 mil euros (o 125 mil). Finalmente, destaca el nacimiento de los llamados "pasillos verdes" para garantizar un tránsito rápido de productos agroalimentarios en las fronteras.