La Unión Europea lanza un nuevo Plan Marshall contra la crisis del coronavirus: 2.770 billones de euros repartidos en varios capítulos. Se parte del fondo contra el desempleo SURE para continuar con el Fondo para personas necesitadas, la Ayuda a los pescadores y agricultores, el Plan para recalibrar todas las ayudas de la política de cohesión para hacer frente a la emergencia y un instrumento de apoyo para la emergencia. Para presentar este gran paquete de medidas de solidaridad, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula Von Der Leyen, habló sin rodeos: «Es la mayor respuesta financiera a una crisis europea jamás dada en la historia».
La premisa de esta intervención es la toma de conciencia de cuán radicalmente ha cambiado nuestra vida diaria. «Millones de personas no pueden ir a trabajar ", -explicó la presidenta- , pero aun así tienen que comprar alimentos y pagar sus facturas. Las empresas pagan los salarios a sus empleados, incluso si no obtienen beneficios en este momento. Europa ahora viene en su apoyo, con una nueva iniciativa llamada “ SURE ” , es seguro».
Este instrumento nació de la experiencia de la crisis financiera de 2008. En aquella época, los Estados europeos se coordinaron para salvar puestos de trabajo permitiendo a las empresas superar la emergencia. La idea era que por un corto período de tiempo fuese el Estado quien sostuviese el mercado laboral. La intervención sirvió para reducir los efectos de la recesión, a partir de un supuesto muy actual con los cierres en cadena causados por el coronavirus: en ausencia de nuevas órdenes, las empresas no deben despedir a sus trabajadores, sino recibir el apoyo necesario para superar la coyuntura. «En su tiempo libre, a los trabajadores se les puede enseñar, por ejemplo, nuevas competencias -continuó Ursula Von Der Leyen- que también beneficiarán a la empresa. Así, las personas pueden seguir pagando sus alquileres y comprando lo que necesiten. Esto también tiene un impacto positivo en la economía».