Aeropuerto de Olbia, prueba conseguida: Sin vuelos por el reajuste de la pista de aterrizaje, la escala se convierte en un escaparate para conocer las bondades de la isla

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Más de 30 mil visitantes, niveles de afluencia turística rebasados, más de 100 eventos, una imponente maquinaria organizativa, con más de 150 hombres y mujeres de Geasar implicados y por encima de 40 empresas colaboradoras, incluyendo expositores y servicios, y los más de 10 mil euros de fondos recaudados para fines benéficos. La empresa que gestiona el aeropuerto internacional “Costa Smeralda” en Olbia, da carpetazo a la primera edición del “Flight Club”. Lo ha hecho con una semana de antelación y renunciando a su gran cierre por el astronauta Paolo Nespoli y el concierto de Paolo Fresu con Danilo Rea, respetando las directrices del gobierno destinadas a contener la expansión del coronavirus. ” Pero a pesar de la clausura anticipada, el experimento ha sido un éxito, la comunidad ha respondido a lo grande y nos hemos demostrado también a nosotros mismos lo que somos capaces de hacer, así pues lo del “"Flight Club" es un hasta luego” dice Silvio Pippobello, CEO de Geasar. Por esto, el paquete de eventos diseñados para animar el aeropuerto durante el bloqueo de vuelos impuesto por el reajuste de la pista de aterrizaje, es un evento único. "La esperanza de vida de la nueva pista es de 270 años", bromea Pippobello, reivindicando el resultado histórico de la obra pública y la forma en que Geasar ha hecho pasar el tiempo en el aeropuerto a los ciudadanos de Olbia, con una cartelera de citas que, entre cultura, arte, artesanía, cine, ciencia, bienestar, música, juegos, gastronomía, enología, entretenimiento y deporte, ha focalizado su atención en el medio ambiente, la sostenibilidad, la innovación y la tecnología.

"Sentimos lo que está sucediendo y nos coge por sorpresa, pero seremos fieles a las directrices del gobierno - continúa el CEO de Geasar - también porque las iniciativas planificadas para la gran final eran realmente extraordinarias". Pero los números consuelan al personal de la organización encabezado por Mario Garau, jefe de relaciones externas de la empresa. "Hasta el 23 de febrero, antes de que todo se bloquease, la actividad con las escuelas trajo a 2500 niños aquí, dice Garau, y además queda el dinero recaudado con fines benéficos, comenzando por los 4200 euros solo el domingo pasado en el “Airport Run ". Y después, "además de la asistencia récord, queda el gran trabajo en equipo, y no solo de Geasar ", subraya el gerente.
Mientras fuera de la aeroestación se finaliza el reajuste integral de la pista de aterrizaje en tiempo récord, el punto doloroso sigue siendo el final de Air Italy, que llegó durante las primeras etapas de Flight Club. "La pista fue un milagro planeado - concluye Silvio Pippobello, pero esperamos que ocurra otro a favor de una compañía que sea parte integral de este aeropuerto y de su historia

 

01/04/2020