Una sucursal, es decir la presencia estable de una empresa en el extranjero, es un instrumento eficiente para aquellas empresas que tienen la intención de mantener su centro administrativo y de producción en Italia pero, al mismo tiempo, desean adquirir una presencia directa en el mercado de referencia, aunque sea solo representativa, y por lo tanto, con la intención de llevar a cabo actividades de ventas y distribución. En otras palabras, la sucursal constituye un lugar fijo de negocios, es decir, una oficina secundaria u oficina subsidiaria.
En principio (aunque deben hacerse observaciones específicas de acuerdo con el Estado y la legislación vigente en ese Estado), una sucursal no tiene una personalidad jurídica distinta de la de la empresa matriz italiana, que por lo tanto sigue siendo, directamente y sin límites, responsable de las obligaciones asumidas por la sucursal extranjera. Sin embargo, para operar en el mercado extranjero, la sucursal deberá registrarse en las oficinas estatales competentes y estará sujeta a las leyes y regulaciones locales.
Pros
La sucursal, un instrumento de presencia directa en el país destinatario del proceso de expansión, tiene varias ventajas con respecto a la opción de exportar a este mercado.
En primer lugar, este instrumento permite llevar a cabo la producción directamente en el nuevo mercado, garantizando al emprendedor practicar un control de calidad adecuado y un estudio más profundo de las necesidades del mercado, así como las de los nuevos clientes . La gestión directa de la sucursal y, por lo tanto, la realización de la actividad promocional, permitirá al emprendedor construir relaciones sólidas con los clientes.
En segundo lugar, tener una sucursal en el mercado también hará que el productor parezca más fiable para los consumidores y permitirá una gestión más fácil de los perfiles relacionados con la asistencia técnica del producto.
Establecer una sede fija en un mercado extranjero será una opción aún más eficiente si la empresa italiana posee una marca ya establecida en el país de destino, ya que esto garantizará un desarrollo más rápido del proceso de inserción en el país, dado que ya conoce las necesidades de ese mercado.
Contras
En comparación con la opción de iniciar una mera exportación, la opción de montar una oficina secundaria en un país extranjero es mucho más compleja. Una sucursal implica riesgos mucho mayores , así como los costes. Estos últimos no solo estarán relacionados con los costes de constitución / puesta en marcha de la sede del negocio, sino también con los costes de administración de esta sede, aparejados a la necesidad de ampliar significativamente la fuerza laboral. Los costes, tanto de constitución como de gestión, varían según el país extranjero en el que se elige la oficina secundaria.
No es necesario mencionar la necesidad, y por lo tanto los costes relacionados, de llevar a cabo investigaciones exhaustivas y preliminares en el mercado de referencia para no frustrar las inversiones realizadas. Las decisiones con respecto a la estrategia de penetración también pueden ser respaldadas por firmas consultoras bien radicadas en los nuevos territorios.
Al establecer una sucursal, la empresa está expuesta a relaciones directas con el mercado, quedando así sujeta a un mayor riesgo de acciones legales.
Además, constituir una sucursal comporta una sujeción a los impuestos locales y la necesidad de designar un consultor fiscal o contable.