Con tu empresa constituida en forma de empresa individual, puedes elegir qué régimen contable adoptar.
Un régimen contable es comparable con una vía, por la que transcurren los eventos administrativos pertinentes para tu actividad.
Ejemplo: Eventos administrativos pertinentes pueden consistir en la adquisición de equipamiento, o bien en el ingreso de fondos en la cuenta corriente de la empresa. Asimismo, puede serlo el pago de una tasa o la percepción de una contribución pública.
Estos eventos deben ser registrados con modalidades precisas en un conjunto ordenado y sistemático de documentos que se define contabilidad.
Según los pasos que decidas dar, podría serte requerido incluso mostrar a sujetos externos a la empresa tu contabilidad o parte de ella: un banco, antes de concederte un préstamo, podría querer conocer tu volumen de negocios; el fisco podría solicitarte algunos registros con ocasión de un control.
La legislación italiana te pone a disposición algunos regímenes. Los que más pueden interesarte son:
- el régimen en contabilidad simplificada;
- el régimen en contabilidad ordinaria;
- el régimen de las nuevas iniciativas productivas;
- el régimen de mínimos;
- el régimen global.
Se trata de un régimen:
- siempre utilizable por una empresa individual;
- vinculado al volumen de negocios;
- no gravoso en cuanto a la teneduría de los registros contables y fiscales.