La cooperativa es la forma societaria que te permite adoptar las decisiones en la forma más democrática: ello porque cada socio tiene derecho a un solo voto, independientemente de la cuota de capital que posee.
Como ya se ha señalado, su constitución se produce con un acto escrito y registrado por un notario. Sin embargo, el capital social que puedes poner a disposición en la cooperativa es variable.
Además, la finalidad de la cooperativa no es repartir los beneficios, sino garantizar condiciones más favorables para sus socios. Por eso se dice que la cooperativa tiene un objetivo mutualista.
La cooperativa debe estar constituida por al menos 9 socios. El número mínimo puede ser reducido a 3 si:
- Los socios son todas personas físicas;
- El acto de constitución prevé la adopción de las normas de las SRL.
A su vez, los socios pueden distinguirse en:
- cooperantes: forman parte de la sociedad para obtener condiciones más favorables;
- inversores: permiten ampliar las posibilidades de financiación;
- proveedores de fondos: permiten dotarse de fuentes de financiación externas.
Por último, considera que las cooperativas gozan de varios beneficios fiscales. Entre otros, recordemos que las cooperativas agrícolas y de pesca, de producción de trabajo y sociales pueden disfrutar de una parcial exención del IRES.
Puedes profundizar en la forma jurídica de la cooperativa consultando los artículos 2511 y siguientes del Código Civil aquí: www.altalex.com/index.php?idnot=36502.