La sociedad de capital te da la posibilidad de crear tu empresa con algunas ventajas, porque:
- puedes compartir las decisiones sobre la actividad con otros socios;
- con esta forma, puedes gestionar empresas de medianas y grandes dimensiones;
- tu responsabilidad y la de tus socios está limitada a la cuota aportada en el capital social de la sociedad;
- la gestión económica y financiera es más controlable;
- si los beneficios son elevados, existe una buena conveniencia fiscal.
Ejemplo: supongamos que los socios responsables de la sociedad de responsabilidad limitada Rojo y Negro SRL poseen en su patrimonio personal un inmueble del valor de 200.000 euros, títulos evaluados en 80.000 euros, dos vehículos del valor de 50.000 euros, y que su empresa tiene deudas por 50.000 euros; la cuota de cada socio es de 2.000 euros. Si la sociedad no lograra satisfacer sus deudas, los acreedores podrían exigir el pago a cada socio solo en los límites de la cuota, es decir, por 2.000 euros.
Ejemplo: El señor Giovanni Verdi constituye una SA que obtiene un beneficio de 70.000 euros: la imposición es de 21.980 euros. Si el señor Giovanni Verdi hubiera abierto su actividad con una empresa individual, la imposición habría sido de 23.370 euros, con impuestos mayores en 1.390 euros.
En contrapartida, la sociedad de capital presenta también algunas desventajas:
- es una forma desaconsejable para empresas de pequeñas dimensiones;
- es un tipo de sociedad costoso;
- las decisiones deben ser tomadas con procedimientos especiales;
- tienes la obligación de redactar y presentar un balance anual;
- la sociedad debe ser gestionada en contabilidad ordinaria;
- para crearla, es necesario un acto constitutivo escrito y redactado por un notario.
En conclusión, se trata de una forma jurídica adecuada si tú y tus socios queréis realizar medias y grandes inversiones, asumiendo también riesgos elevados.