Se espera un bienio de crecimiento para las exportaciones de las empresas italianas, gracias sobre todo al impulso de los bienes medioambientales y las nuevas tecnologías.
Según el Informe Exportación 2023 de Sace, elaborado procesando datos de Istat y Oxford Economics, 2023 será un año con perspectivas macroeconómicas débiles pero positivas, al que seguirá un 2024 de mayor impulso.
Las exportaciones italianas de bienes en 2023 crecerán un 6,8% con una dinámica viva, aunque a un ritmo fisiológicamente inferior al de los dos últimos años, y superarán los 660.000 millones de euros. El ritmo seguirá siendo sostenido en 2024, con un +4,6%, antes de estabilizarse en un +3,8% de media anual en los dos años siguientes.
El crecimiento es cada vez más vigoroso en mercados como los países del Golfo, China e India, Tailandia y Vietnam, pero también México y Brasil. Se trata de países que están emprendiendo un camino de transición energética y transformación digital, sin olvidar a Estados Unidos y Croacia, la "nueva entrada" de la Eurozona y puerta de acceso a los mercados de la región de los Balcanes.
El análisis subraya que la transición energética y la revolución digital se perfilan cada vez más claramente como fenómenos destinados a afectar profundamente a la capacidad de las empresas para presidir los mercados exteriores.
Por primera vez, el Informe sobre Exportaciones analiza también los flujos internacionales de bienes medioambientales, incluidos los bienes relacionados con la protección del medio ambiente y los adaptados para ser más respetuosos con el medio ambiente o "más limpios", como los biocombustibles, las baterías sin mercurio y los coches híbridos y eléctricos. Se espera que las exportaciones italianas de bienes medioambientales crezcan un 9,3% en 2023 y un 9,7% el año que viene, acelerándose hasta cerca del 14% anual de media en 2025-26.
Hay un fuerte impulso de las inversiones en nuevas tecnologías como la 4.0 y la inteligencia artificial, pero también se necesitan formación y nuevos modelos de negocio: las empresas que invierten en 4.0 e innovan su modelo de negocio tienen unas tres veces más probabilidades de exportar que las que invierten sin cambiar su modelo.