La Unión Europea ha actualizado las directrices que deben adoptar los Estados miembros sobre el rendimiento energético de los edificios. La Directiva 2018/844 / UE, que modifica la 2010/31 / UE, ha sido publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea.
La Unión Europea, para el año 2030, pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40% en comparación con los niveles de 1990. El logro del ambicioso compromiso abarca desde la reducción del consumo en la construcción y el mayor desarrollo de fuentes de energía renovables.
Entre las novedades de la nueva directiva está el fortalecimiento de la estrategia a largo plazo para apoyar la reestructuración de bienes inmuebles públicos y privados residenciales y no residenciales, con el objetivo de desarrollar una filosofía de construcción de energía casi nula. El uso de tecnologías TIC para una gestión más eficiente de los edificios y servicios relacionados, como la iluminación, el clima y la automatización, también se ha visto eclipsado. La construcción de infraestructuras para la movilidad eléctrica se admite en todos los edificios nuevos o sujetos a renovaciones importantes, así como la introducción de un "indicador de inteligencia", un nuevo instrumento que medirá la capacidad de los edificios para utilizar nuevas tecnologías y sistemas de dispositivos electrónicos para adaptarse a las necesidades del consumidor, optimizar su funcionamiento e interactuar con la red. Para este propósito, se apoya la movilización de financiación e inversión pública y privada.
Para el 10 de marzo de 2020, los Países miembros deberán incorporar y regular los objetivos de la directiva.
Referencias:
Directiva 30 de mayo 2018, n. 2018/844/UE
Edificios a energía casi cero